Ver sexo Relato: Sexo en Brasil (SEX)

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Siempre le tuvimos miedo a la rutina

sexual, al aburrimiento entre las sabanas. Eso nos motivo constantemente a

explorar, buscar y probar todo lo que quisieramos en materia sexual.

Aunque teniamos una asignatura pendiente,

probar otros cuerpos. Mirarnos teniendo sexo con otras personas. La sola idea

nos calento durante tanto tiempo que pasaron meses antes de que le dieramos

forma a la fantasia. Acordamos realizarla durante unas vacaciones en el norte de

brasil en unas cabañas solitarias contra el mar, cerca de Pipa. Nos fuimos unos

15 dias planeando sexo a full y con las puertas abiertas a un posible

intercambio.

Yo se que a patricia le encantan los

hombres de color y se pone como loca cuando alquilamos peliculas porno

interraciales asi que en brasil tenia mas chance que en nuestra argentina.

Patricia tiene un fisico hermoso, cola bien parada, piernas largas, vientre

chato y muy buenas tetas.

Un cuerpo que no me he cansado de mirar

desnudo, tocar, amar, coger. No me gusta describirme pero basta con decir que

hacemos una pareja, pareja. Volviendo a brasil, los primeros dias fueron de un

sexo infernal, la rutina era levantarse, sexo, desayunar, sexo, playa, sexo,

comer, sexo. Lo hicimos en el mar, en la selva, en la cabaña en el piso, en la

arena, donde quieran.

Habiamos llevado a nuestro ?amigo?

sidney. Un vibro negro que arranco gemidos y gritos de patricia durante meses y

que ahora se incorporaba a nuestros juegos como alguien mas, pero sin el fuego

de las primeras veces. Se iran dando cuenta que las vacaciones ideales existean

y estabamos casi por la mitad de una, pero sentiamos que queriamos mas, lo

veiamos aun sin hablarlo. Una tarde de tormenta nos fuimos a esperar la lluvia

sentados en la arena, disfrutando de unas caipirinhas.

Ya habiamos tomado un par y estabamos un

poco alegres, eran alrededor de las 5 de la tarde y salimos a caminar por la

playa. La selva termina casi en el mar asi que es muy comun caminar por

estrechos de arena que la vegetacion trata de devorar. Ibamos caminando

tranquilos y riendonos de cualquier cosa cuando nos parecio escuchar un ruido.

Pensabamos que se trataba de animales pero ni bien hicimos silencio nos dimos

cuenta de que se trataba.

Una pareja se habia internado un poco en

la selva para tener sexo y estaban completamente desnudos y tocandose. Nos

paramos en seco y sin hacer nada de ruido nos acercamos sin ser vistos. Eran dos

mulatos, luego conoceriamos que eran brasileros de viaje por su mismo pais.

Tenian la piel brillosa y mojada, como si recien hubiesen salido del mar. el se

paro y la mujer le empezo a dar sexo oral arrodillada en la arena. Yo nunca

habia visto sexo en vivo y esa primera escena basto para ponerme durisimo.

El le agarraba la cabeza y el pelo,

empujandola contra su pija que no estaba nada pequeña. De reojo mire a patricia

que estaba mirando extasiada y pude ver como sus pezones empujaban la diminuta

bikini blanca, me miro y sonrio, acercandose. Yo queria seguir mirando asi que

nos quedamos juntos.

Ahora estaban haciendo un 69 furioso.

Estaban de perfil a nosotros entonces veiamos perfecto como ella se tragaba toda

su pija mientras el hundia su cabeza entre las piernas de ella. Mi pija ya me

dolia de hacer fuerza contra mis shorts asi que me los saque sin decir nada, y

apenas me toque la pija para sentirla dura como pocas veces.

Patricia estaba delante mio y le desprendi

su traje de baño sin que siquiera ella se volteara. Me agache por detras para

pasar mi lengua por su concha y la vi mojada y un poco hinchada tambien.

Entonces decidi tomarla por detras y cogerla parado asi como estabamos, mirando

nuestra porno en vivo y sin gritar. Pero fue imposible.

A los pocos segundos de estar cogiendo,

patricia lanzo un gemido que se escucho en todo el Amazonas. Los dos brasileros

que ya estaban cogiendo como locos pararon y nos miraron y ahi quedamos los

cuatro descubiertos en nuestra fantasia y nuestra calentura.

Yo no sabia que hacer, solo queria seguir

cojiendo asi que cuando los brasileros nos hicieron señas para acercarnos, no lo

pense dos veces, la tome a patricia y nos fuimos a la arena con ellos. Los dos

cojiamos por detras a nuestras mujeres, que comenzaron a besarse en la boca y a

rozarse las tetas, como si compitieran por ver cual de las dos estaba mas buena.

Yo sentia que la brasilera me miraba, me

quemaba con la vista, y cuando vi a patricia, ella hacia lo mismo con el negro.

Senti celos, senti muchos celos porque vi en ella las ganas de ser cogida por

fin por un negro, pero en el fondo de los celos encontre morbo por verla cogida,

por darle la fantasia que tanto queria y por eso me acerque a su oido y le dije

?esta todo bien, hoy vas a probar una pija negra de verdad? me dio un beso de

lengua en el que me agradecio todo y me respondio ?vos no te quedes atras?.

Como si lo hubiesemos ensayado, cambiamos

y en un instante yo estaba cogiendome a la brasilera. Tenia un culo hermoso y lo

movia como si fuera pleno carnaval. Yo la tenia agarrada fuerte de las caderas y

la piel transpirada se golpeaba con esos aplausos tan calientes que todos

conocemos. Patricia prefirio empezar por darle una mamada al negro, creo que

para sentir la pija bien de cerca y medirla con su boca. Patricia succiona como

una aspiradora. Lo vio en una pelicula en la que enseñaban a dar los mejores

?petes? del mundo y desde entonces chupa como si tuviera que beber de ese

sorbete de carne.

El negro no lo podia creer, tenia una

hermosa mujer comiendole toda la verga y mirandolo fijo. Su mujer interrumpio el

sexo oral cuando le dijo, ?cogela para mi?. el negro dio vuelta a patricia, que

quedo enfrentandome, y empezo a cogerla muy despacio, tomandola de su cintura

pero luego de sus tetas y pellizcandole los pezones que estaban durisimos. Los

gritos d epatricia me calentaron mucho. Se puso como loca y le gritaba ?cojeme

toda hijo de puta, cojeme fuerte? y su rostro estaba transformado. Yo seguia

cogiendo pero habia perdido concentracion mirandola. Patricia me clavo los ojos

y dijo, ?dasela en el culo que creo que le gusta?. La negra algo entendio.

Entendio todo. Ella misma saco mi pija y se la empezo a frotar en el culo. Ahora

era su turno de gritar.

Me pare con las piernas flexionadas y me

la cogi por el culo flexionando contra ella que estaba en cuatro patas. Empezo

a gruñir mas que a gemir y me apretaba la pija cerrando su culo, con

contracciones que me hicieron temer que no pudiera sacar mi pija de ese culo

duro.

El negro se tiro en el piso y patricia lo

monto. Ahi se me ocurrio cogermela entre los dos. El negro por debajo y yo por

el culo. Nos acomodamos rapido y empezamos a cogernos a patricia con una doble

penetracion impresionante. La brasilera nos miraba y se pajeaba su clitoris

pidiendo que no nos olvidaramos de ella. Patricia empezo a gritar anunciando su

orgasmo y quedo apretada entre las dos pijas, le mordi el cuello, el negro le

mordia los pezones y ella estaba completamente entregada al placer. La dejamos

descansar para atender a la brasilera, que me tiro al piso y se sento.

Ahora su negro le cogeria el culo. Yo no

aguantaba mas. Por suerte habiamos cogido tanto esos dias que nuestros cuerpos

se habian acostumbrado a aguantar cada vez mas antes de acabar pero igualmente

no daba mas. La puta de patricia se me sento en la cara y me mojo con sus

fluidos, yo le pase la lengua por todos lados, sintiendo su gusto y el gusto de

la pija del negro que se la habia cogido. En eso senti que estaba por acabar y

entonces nos paramos, las mujeres se tiraron boca arriba al piso y comenzamos a

pajearnos con el negro hasta que les acabamos encima, en la cara y en los

pechos.

A patricia la leche le encanta, aunque le

gusta mas desparramarsela por el cuerpo que tragarla toda. Igualmente la negra

junto la leche con su dedo y la probo, para luego besarla a patricia que no tuvo

mas que aceptar el beso mojado y espeso. Fue un polvo terrible. Nos fuimos a

bañar al mar juntos. La playa estaba desolada y el sol ya estaba por ponerse.

Era hora de hacer planes para la noche. Era la mitad de las vacaciones. La mitad

que nos quedaba fue inolvidable, pero no quiero aburrirlos.
Tags: relatos

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