Xxx sexo Paula – cogiendo por deudas (final) (SEX)
40Paula – cogiendo por deudas
3º Parte
Paula estaba desesperada, habían pasado varios días, no sabía como contactar a Juan, y desbordaba de deseo por él, si hasta había pensado repetidas veces en sumergirse en la obra en construcción donde le habían dicho tantas barbaridades y dejarse coger por los obreros, pero obviamente que al instante desechó la idea. El que disfrutaba era su esposo, pues todos los días Paula se había mostrado complaciente con él, y el sexo que habían tenido era maravilloso e intenso pero ella no quedaba satisfecha, eso sí ella fingía sus orgasmos y él se quedaba completamente tranquilo.
Como todas las mañanas, se levantó una vez que su esposo se fue, ni siquiera se vistió, se quedó en tanga, y con la larga remera que usaba para dormir. Disfrutó de un desayuno tranquila, y se dispuso a darse una ducha cuando llamaron a la puerta, por la mirilla descubrió a Juan que esperaba ser atendido, ni siquiera lo pensó y así como estaba abrió la puerta.
-hola trolita- dijo Juan despreocupadamente, mientras dejaba a un costado un pequeño maletín
-hola- dijo sonriente Paula, estaba emocionada, parecía una adolescente recibiendo a su novio.
El beso que le dio Juan fue extremadamente largo y apasionado, y Paula respondió ese beso con igual pasión. Sin mediar palabras, él fue directo con sus manos al culo de Paula, deslizando sus manos por debajo de la tanga. Acarició las nalgas abriéndolas suavemente, con uno de sus dedos comenzó a jugar en torno al ano de ella, posándolo delicadamente justo en el centro le arrancó el primer suspiro. Luego y siempre por debajo de la diminuta prenda se deslizó hacia delante, hasta llegar a la zona vaginal donde comenzó a tocar los vellos, pero sin hacer contacto con la vagina de Paula, que ya a esta altura, lanzaba pequeños gemidos, mientras se estrechaba contra Juan, que con su mano se escurría hacia los aductores de ella sin rozar si quiera la ya húmeda vagina.
-no seas malo- dijo Paula
-¿Por qué me decís eso?- preguntó inocentemente Juan
-tocame, por favor- rogó ella
-¿y a caso no lo estoy haciendo?- ahora Juan sonreía
Paula tomó la mano de Juan y se la llevó directamente a su clítoris. Juan ahora comenzó a masajearlo, provocando que ella cerrara sus ojos y abriera enormemente su boca, para gemir esta vez a plena voz. Juan la llevó contra una pared, una vez allí, comenzó a masturbarla. A Paula se le aflojaban las piernas doblándosele las rodillas, por lo que debió sostenerse de Juan para no caerse, pero en plena faena él se detuvo.
-no seas malo, no me dejés así- rogó suavemente Paula
-no se si quiero seguir- Juan sonreía perversamente.
Ella comenzó a arrodillarse, pero Juan la detuvo
-es otra cosa lo que quiero- Juan puso su mejor cara de inocente
-¿Qué querés?- Paula estaba desorientada
-date vuelta- dijo Juan mientras iba en busca de su maletín
Trajo un paño negro y ella dejó sumisamente que él le vendara los ojos mientras totalmente a ciegas Paula apoyaba sus manos contra la pared. Juan le bajó la tanga hasta la mitad de los muslos y volvió a jugar en la cola de ella, lentamente comenzó a penetrarle un dedo en el ano, lo retiró y cuando lo volvió a introducir ella sintió que estaba lubricado, lo sintió suave y cuando un segundo dedo se introdujo, ella lanzó un largo quejido, apoyando su mejilla contra la pared, de pronto él extrajo los dedos, tardó unos segundos en volver y al principio Paula pensó que era la verga de Juan, pero era un enorme consolador lo que le estaba metiendo.
-dame tu verga, por favor- exclamó ella
-esperá, esto es un gustito que me quiero dar, quedate quietita- Paula sentía el consolador inmóvil y se sorprendió un poco más cuando sintió una leve caricia, como si Juan le acabara de adherir un papel en el culo. Ella giró su rostro hacia él y aunque no veía nada, parecía querer descubrir que sucedía
-¿Qué pasa?- dijo sonriendo divertida
-listo- dijo él mientras ahora comenzaba a mover suavemente el aparato.
-no quiero eso, quiero tu pija- pidió casi con desesperación Paula
Suavemente Juan retiró el consolador, y tomándola de la mano la llevó hacia una de las sillas donde él se sentó no sin antes terminar de sacarle la tanga, luego la atrajo hacia él
-sentate arriba mío- ordenó él
Ella posó sus manos en los hombros de Juan para guiarse, se colocó en posición y comenzó a sentarse lentamente. Apenas sintió la dura verga de Juan contra su vagina, se quejó de placer, pero aún lentamente siguió su movimiento hacia abajo. La pija la perforaba fácilmente, y cuando se sentó plenamente se sintió desfallecer de placer.
-¡como me gusta tu verga!- exclamó ella
-¿tanto te gusta?- preguntó Juan que ya conocía la respuesta
-¡me encanta!- exclamó ella suavemente
Los lentos movimientos de Paula, comenzaron a cobrar velocidad, mas que apoyarse, ella se aferraba a los hombros de él
-mirá si te viera tu esposo- dijo Juan
La excitación de Paula se disparó con las palabras de Juan, al igual que los movimientos que se transformaron en rápidos sentones acompañados de gemidos enérgicos, que buscaban expresar el placer que ella estaba recibiendo.
-¡que bien que cabalgás!, sos toda una puta- Juan hablaba lentamente
-si?una puta- dijo ella
-te gusta la verga- expresó él
-si?me encanta la verga- respondió ella
-¿Te cojés a tu marido así?- preguntó él
-no?sólo a vos- Paula estaba en un éxtasis total
-cabalgá putita, dale trolita, metete mi pija así- Juan apenas podía contener su eyaculación.
-si?si?siiiii- Paula estalló en un orgasmo extremadamente poderoso, sentándose frenéticamente sobre Juan repetidamente, a la vez que ahora apoyaba su rostro vendado sobre los hombros de él.
-bueno bueno, parece que la señora tenía ganas de coger- Juan usaba un tono de voz por demás humillante para Paula.
-¡de coger no!, de que vos me cogieras- dijo Paula aún con sus ojos vendados
-¡a cuantos les dirás lo mismo!- Juan seguía humillando a Paula mientras hacía lentos movimientos con su verga
-me vas a volver loca- dijo Paula por toda respuesta
-levantate- ordenó Juan
Paula obedeció al instante
-¿Qué me va a hacer señor?- Paula usaba un tono de voz ingenuo y sumiso
Juan le quitó la venda, Paula casi se desmaya al ver a su marido, sentado cómodamente observando la situación.
-¡Alberto!, ¿Qué haces ahí?, yo te puedo explicar- ella estaba al borde del colapso
-no tenés nada que explicarme, me gustó mucho lo que ví- dijo Alberto súper excitado
-¿Qué viste?- preguntó ella desorientada por la enorme sonrisa de su marido
-desde el comienzo, y sinceramente me gustó mucho- dijo él mostrando una poderosa erección
Paula miró a Juan que también sonreía y junto con Alberto se acercaban a Paula.
-me gusta la idea de un trío- dijo Alberto
Paula, obedeciendo una vez más comenzó a arrodillarse mientras ahora ella también exhibía una enorme sonrisa.
fin
Paula – cogiendo por deudas (final)
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